vídeo
/
G. MOLERO
-
Un joven evitó la muerte por ahogamiento de una mujer, el lunes de madrugada. Esta es su historia
Adrián Capilla es un héroe y esta historia no es el relato de una
despedida mortal. El joven protagonista lleva 22 años empadronado en
Granada, estudia cuarto curso de Psicología y aprovecha las tardes para
trabajar con personas con discapacidad en el centro Occe Omnes de la
Zubia. Adrián no cree en supermanes. El azar lo cruzó la pasada
madrugada del lunes con una mujer desesperada que eligió la barandilla
del tercer puente del río Genil para cruzar la fina frontera existente
entre ser y no estar, entre vivir y morir, entre querer y perecer. «La
vi desde lejos cómo se subía a la barandilla y le grité para que no se
lanzara, pero no me hizo caso».
Adrián tardó menos de medio minuto en quitarse el pantalón,
descalzarse y lanzarse al Genil sobre las 1.30 horas del lunes. El
mercurio dentro del agua tiritaba de frío, mientras este joven luchaba
contra todas las adversidades para evitar la muerte por ahogo de la
joven. «Fue complicado. Primero intenté que expulsara el agua tragada y
ponerla boca arriba, ella forcejeó conmigo mientras hacía equilibrio
para mantenerme a flote. Fueron diez o quince minutos, pero se me
hicieron eternos». Además del frío, el ríoGenil a su paso por el
Hospital la Inmaculada iba rebosante de agua y mantenerse a flote
mientras aguanta un cuerpo de cincuenta kilos no resulta nada fácil. «Mi
obsesión era salvarla como fuera porque estoy convencido de que la vida
merece la pena aprovecharla al máximo y en todo momento fui muy
optimista, quizá ese optimismo me mantuvo a flote».
Sobre el puente donde sucedieron los hechos comenzaron a concentrarse curiosos y vecinos que bajaron de los edificios colindantes. «Este chico es un héroe por lo que hizo.Mi padre trató de ayudarle y después le echamos un cable de antena para que pudiera agarrar a la mujer», narra Carmen, una joven que ayer se impresionaba mientras contaba lo visto de madrugada.
Adrián pudo finalmente inmovilizar a la mujer y llevarla hacia una de las paredes del río. «Soy diabético tipo 1, necesito insulina, y mi temor era que me diera un bajón de azúcar en cualquier momento.No me ocurrió. Tuve en mente siempre guardar algo de fuerzas por si la situación se complicaba, pero finalmente un joven, que él sí es un héroe y me salvó la vida, logró bajar a una zona de la pared del río y me extendió el barrote de hierro de una sombrilla de playa. Con una mano estuve agarrado a este palo y con la otra aguantaba a la mujer (se puede apreciar en la imagen pequeña). Salvé a la mujer, pero apenas me quedaban ya fuerzas».
Adrián volvió con IDEAL al puente para reconstruir los hechos paso a paso, recuerdo a recuerdo. «No soy un héroe, hice lo que debí de hacer. Siempre me he planteado qué haría si en alguna ocasión me encontrara con un suceso como el vivido ayer y sin quererlo me lo encontré».
Uno de los sueños de este joven fue hacerse policía o bombero, «pero mi diabetes me lo impidió».Después pensó que la mejor manera de «ayudar era haciéndome psicólogo». Y ahora sólo sueña con terminar este año «la carrera y poder trabajar con menores conflictivos que es mi gran pasión. Sé cómo está el mercado en estos momentos, pero no me rendiré porque es mi pasión», señala. Ya hay propuestas de bomberos para otorgarle un reconocimiento a este héroe de carne y hueso».
sobre el rescate
Sobre el puente donde sucedieron los hechos comenzaron a concentrarse curiosos y vecinos que bajaron de los edificios colindantes. «Este chico es un héroe por lo que hizo.Mi padre trató de ayudarle y después le echamos un cable de antena para que pudiera agarrar a la mujer», narra Carmen, una joven que ayer se impresionaba mientras contaba lo visto de madrugada.
Adrián pudo finalmente inmovilizar a la mujer y llevarla hacia una de las paredes del río. «Soy diabético tipo 1, necesito insulina, y mi temor era que me diera un bajón de azúcar en cualquier momento.No me ocurrió. Tuve en mente siempre guardar algo de fuerzas por si la situación se complicaba, pero finalmente un joven, que él sí es un héroe y me salvó la vida, logró bajar a una zona de la pared del río y me extendió el barrote de hierro de una sombrilla de playa. Con una mano estuve agarrado a este palo y con la otra aguantaba a la mujer (se puede apreciar en la imagen pequeña). Salvé a la mujer, pero apenas me quedaban ya fuerzas».
El segundo héroe
Policía Nacional y Bomberos de Granada llegaron para sacar del agua a
la mujer y a este joven. «En el momento te lanzas con la única
intención de salvar a la mujer.No pensé otra cosa, sólo en salvarla. Me
gustaría saber ahora cómo está ella. Si la puedo ayudar, pues que cuente
conmigo.También me gustaría agradecer mucho la ayuda del joven que me
ayudó a mantenerme a flote. Sé que era mulato, debía ser suramericano.
¡Para que luego digan de los inmigrantes!», subraya. Adrián volvió con IDEAL al puente para reconstruir los hechos paso a paso, recuerdo a recuerdo. «No soy un héroe, hice lo que debí de hacer. Siempre me he planteado qué haría si en alguna ocasión me encontrara con un suceso como el vivido ayer y sin quererlo me lo encontré».
Uno de los sueños de este joven fue hacerse policía o bombero, «pero mi diabetes me lo impidió».Después pensó que la mejor manera de «ayudar era haciéndome psicólogo». Y ahora sólo sueña con terminar este año «la carrera y poder trabajar con menores conflictivos que es mi gran pasión. Sé cómo está el mercado en estos momentos, pero no me rendiré porque es mi pasión», señala. Ya hay propuestas de bomberos para otorgarle un reconocimiento a este héroe de carne y hueso».
No hay comentarios:
Publicar un comentario