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Conocido como ‘la rosa apestosa’ este alimento funcional por naturaleza es el protagonista del fin de semana en Las Pedroñeras (Cuenca).
LA RECETA: ALI OLI DEL DE VERDAD
Nada de mahonesa perfumada con ajo, para hacer un tazón de buen ajo-aceite se necesitan varios dientes de ajo, aceite de oliva y sal.
Elaboración: en un mortero se majan los ajos con la sal hasta que queden hechos una pasta. A esta le vamos añadiendo muy poco a poco el aceite (esta salsa requiere de paciencia) y mezclamos de forma homogénea, siempre en la misma dirección y con la misma fuerza. Descubriremos que la salsa va ligando hasta espesarse.
Hay quien se ayuda para que la salsa emulsione con menos esfuerzo de la yema de un huevo, patata cocida o miga de pan mojada, pero eso ya son variedades que se distancian de la salsa original.
En la dieta mediterránea el ajo siempre ha ocupado un lugar preferencial.
Sus virtudes medicinales fueron confirmadas por Louis Pasteur a finales del siglo XIX. Y, en la actualidad, se ha confirmado que el ajo incrementa las defensas del organismo, es antiinflamatorio, anticoagulante, vasodilatador y depurador.
Su jugo es un estupendo antiséptico y además ayuda con problemas de hipertensión arterial, protegiendo a la vez el corazón y las arterías.
Hay que saber también que el ajo ayuda a incrementar el nivel de insulina, y algunos estudios han demostrado que beneficia el incremento de serotonina en el cerebro, combatiendo así el estrés y la depresión.
Eso sí, no hay que olvidar que algunas de estas propiedades se pierden si lo consumimos cocido.
Mejor, tomarlo crudo.
Para quienes deseen saberlo todo sobre él, este fin de semana se celebra en la localidad conquense de Las Pedroñeras la 41 Feria Internacional del Ajo. Su protagonista estrella: el ajo negro, una variedad con las mismas cualidades pero con un olor más suave.
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